La mediación familiar es una forma voluntaria de resolver las tensiones o conflictos familiares con la intervención de una persona mediadora imparcial y neutral que ayuda a la familia a dialogar y alcanzar acuerdos consensuados.
Su finalidad es prevenir, disminuir o resolver los conflictos familiares, como los problemas de relación entre los miembros de la familia, las desavenencias derivadas de la ruptura, separación y divorcio de la pareja, las dificultades originadas por el cuidado de familiares mayores o con discapacidad, los conflictos con la búsqueda de orígenes del/a adoptado/a, eventual encuentro o relaciones posteriores con la familia biológica, etc. las discrepancias entre el/la menor acogido/a, la familia acogedora y la biológica, los desacuerdos por herencia o empresa familiar, u otros conflictos familiares.
La persona mediadora es un/a profesional con titulación universitaria y formación en mediación familiar que será el/la encargado/a de facilitar la comunicación y la consecución de acuerdos y compromisos entre los miembros de la familia.
Se pueden beneficiar de este servicio todos y cada uno de los miembros de la familia. El acceso será directo o por derivación de otros servicios, pero en todo caso, previa cita telefónica.
Para información, acuda al Centro de Servicios Sociales.